El hallazgo del Acta de Matrimonio de Miguel de Cervantes Saavedra con Catalina de Salazar y Palacios en los Archivos Parroquiales de Esquivias.
Hasta el siglo XVIII, el Acta de Boda de Miguel de Cervantes Saavedra y Catalina de Salazar y Palacios permaneció en el anonimato. A pesar del éxito que iba dejanto la estela de la publicación de Don Quijote de la Mancha, hasta el siglo XVIII no se despertó el interés por hallar datos sobre la vida
y obra de Miguel de Cervantes. Fue don Gregorio Mayans y Siscar (1699/1781), quien, en 1737 escribió la Biografía de Miguel de Cervantes Saavedra, que vio su primera edición en Londres, para lo que indagó lo que en aquellos tiempos le era posible, por la carencia de medios técnicos y prácticos. Años después llegarían otros investigadores que profundizaron el la vida y obra de Miguel de Cervantes: Diego Clemencín, Francisco Rodriguez Marín, Luis Astrana Marín, Emilio Maganto Pavón, Krzysztof Sliwa, etc.
Mayans manifestaba en dicha biografía, que Miguel de Cervantes Saavedra debió haberse desposado con Catalina de Salazar y Palacios en el Lugar de Esquivias, sosteniendo la tesis de Tomás Tamayo de Vargas (1588/1641), pero, ¿qué motivos tenía Tomás Tamayo de Vargas para suponer que el hecho de los desposorios de Cervantes don Catalina de Salazar se celebraran en el pequeño pueblo de Esquivias, que con el carácter de Lugar se hallaba situado a ocho leguas de la Ciudad de Toledo, sin haber examinado dicho Acta de Boda?
Don Tomás Tamayo de Vargas nació en Toledo. Era hijo de Tomás Martínez Tamayo, natural de Malpartida de Corneja, Ávila, (próxima a Tórtoles, patria chica de los ancestros del sacerdote L.C. Antonio Herrero Serrano (natural de Esquivias), y de La Horcajada, patria chica de Antonio Sánchez González. (Eminentes educadores), y de Catalina de Vargas, natural de Toledo. Comenzó sus estudios en Pamplona, volviendo a Toledo donde estudió Lengua Clásica (latín, griego, hebreo), Filosofía, Teología y Humanidades, especialmente Historia Sagrada e Historia antigua y moderna españolas. A los veinte años se le consideraba un hombre maduro. Vivió en Toledo, siendo Catedrático de su Universidad. En 1616 publicó en Toledo una controvertida defensa de la Historia de España (1601), del Padre Juan de Mariana (Talavera de la Reina 1536/1624). Así pues, tenemos a Tomás Tamayo de Vargas viviendo en Toledo entre los años de 1610 a 1616 (En este año publica varios libros) teniendo la ocasión de entrevistarse con Miguel de Cervantes Saavedra, el cual visitaba con cierta frecuencia, durante los mismos años, la ciudad de Toledo, ya que, en el Santuario de San Juan de los Reyes se hallaba enclaustrado su cuñado, Fernando de Salazar y Palacios, así como para resolver asuntos tocantes a intereses de su esposa Catalina de Salazar, en Toledo.
Es mas que probable que Miguel de Cervantes fuera quien le informara a Tomás Tamayo de su parentesco con Catalina de Salazar, y dónde se desposaron. Cervantes gozaba de una merecida fama, que, como no podía ser de otra forma, llegó al conocimiento de Tomás Tamayo (que en dicho periodo de tiempo contaba la edad de 22 a 28 años).
Años después (09-VI-1755), en la parroquia de Santa María del Lugar de Esquivias, ejercía su labor pastoral don Luis Zeldrán, presbítero, como cura propio del lugar. Don Luis Zeldrán fue designado cura de la parroquia de Esquivias en el año de 1751, permaneciendo en el Lugar hasta 1758. En el año 1755, leyó la biografía de Miguel de Cervantes, editada por Mayans en 1737, lo que le movió la curiosidad disponiéndose a examinar los libros de Actas de Matrimonios archivados, hallando el Acta de Boda de Miguel de Cervantes y Catalina de Salazar e inmediatamente lo puso en conocimiento de sus superiores, quedando la siguiente constancia en la Escuela de Traductores:
«ESQUELA DEL SEÑOR CURA DE ESQUIVIAS QUE SERVIA A AQUELLA PARROQUIA DEL AÑO DE 1755. Y SE LLAMABA D. LUIS CELDRAN
«Habiendo leído la vida de Miguel de Cervantes, escrita por Mayans, tuve la curiosidad de ver los libros de esta Parroquia, y en el año de 1584 se halla una partida de matrimonio de Miguel de Cervantes con Doña Catalina Palacios. Me persuado a que esta es la partida de matrimonio del Autor de D. Quijote, y que los que dixeron era natural de Esquuivias se fundaron en que estuvo casado en dicho Lugar. Pero yo me inclino a que la opinión de Mayans es la más fundada. Pues la partida dice ser vecino de Madrid, y en las partidas que con tanta brevedad escribían en aquellos tiempos los Señores Curas, este era el modo con que exponían el Lugar de donde eran los contrayentes. Persuádome a que es la partida de matrimonio de Cervantes Autor de Don Quixote por la identidad de los nombres y apellidos; pues aunque en la licencia que según Mayans se dio a Doña Catalina para la impresión de los Trabajos de Persiles, se le da el apellido de Salazar, y no de Palacios, no se prueba otra cosa sino el que se le dio uno de sus apellidos; pues es constante que en Esquivias son una misma cosa los Palacios y Salazares. Por lo que en muchas partidas así de matrimonios como de bautismo unas veces se le da el apellido de Palacios y otras el de Salazar. Y aún a los que en una misma partida de bautismo de su hija les da el apellido de Palacios, luego en otras de ostros hijos se les da el de Salazar. Teniendo esta certeza, y hallando que según los cómputos que hace Mayans de nacimiento y vida de Cervantes pudo casarse en dicho año, y que hemos de creer que un hombre como Tamayo tendría algún fundamento para decir que fuese de Esquivias, no he tomado el trabajo de buscar la partida de bautismo de Doña Catalina por donde quedaba disuelta la dificultad de la mudanza del apellido; pero así esta partida, como también el saber si en estos Libros se halla la partida de bautismo de Miguel de Cervantes, lo diré luego que llegue a finalizar el Índice general, que estoy haciendo de los libros y papeles del Archivo desta Parroquia, que juzgo será antes de Agosto. Y entonces, que ya se podrá formar juicio más cierto, compulsaré las partidas conducentes».
El acta de boda se halla en el Libro 1º de Defunciones y Matrimonios de la Parroquia del Lugar de Esquivias, en el folio 095v-2ª, siendo éste el último acta del año de 1584, y dice así:
[Al margen] «Miguel de Serbantes con Dª Cathalina Palaçios».
«En 12 de dicienbre (1584) El Rdo Sr Juo de Palacios Tite desposo a los señores Miguel de zerbantes Vzo de madrid y doña cata de palaos Vza desquibias Teos Ro mexia Diego Esco y franco marcos
El Doctor scrivano».
De los testigos, Rodrigo Mexía era alcalde por los Hijosdalgo del Lugar; Diego Escribano, seglar, era sobrino del Doctor Escribano y Francisco Marcos era el Sacristán Mayor. El Doctor Escribano tenía por nombre: don Juan Sanz Escribano y era cura propio del Lugar.
Es de destacar, que en ningún acta de desposorios de los archivos parroquiales, figuran familiares de los desposados, razón por la cual en éste acta tampoco aparecen, siendo los testigos los que daban fe del acto.
Don Gregorio Mayans y Siscar (Oliva, Valencia, 1699/1781), puso esta «pica en Flandes», y el testigo fue recogido por don Luis Zeldrán. A partir de 1755, el Acta de Boda de Miguel de Cervantes Saavedra con la hidalga esquiviana, Catalina de Salazar y Palacios, es de dominio público. Don Luis Zeldrán no hizo mención sobre si se habían velado, o no, los recién casados (de costumbre arraigada de tiempo ancestral, pero afianzada, y confirmada en el Concilio de Trento, 1545/1563); efectivamente, en el Acto de la Boda de Cervantes y Catalina, no se celebraron las Velaciones, ya que, como determina el Concilio Tridentino «Las Velaciones quedan limitadas a su celebración, desde el primero Domingo de Adviento hasta el día de la Epifanía, ambos inclusive» (es decir, desde el primer domingo de diciembre hasta el 6 de enero). En estos casos, los párrocos recomendaban se celebraran las Velaciones en el menor tiempo posible. Aún así, la ceremonia de Velaciones de Miguel de Cervantes y Catalina de Salazar, no se celebraron hasta el 16-I-1586 (trece meses después de celebrados los desposorios en el Lugar de Esquivias), en la parroquia de SanMartín de Madrid, según el Acta hallada en 1990 por el investigador, don Emilio Maganto Pavón. Habían transcurrido 406 años desde los desposorios, hasta tener conocimiento de que los contrayentes habían recibido la bendición nupcial eclesiástica.
Volviendo a nuestro Luis Zeldrán, el mismo era natural del Arzobispado de Cartagena-Murcia, de edad de 36 años cuando fue destinado al Lugar de Esquivias. En el año de 1758, pasó a desempeñar las funciones propias de su sacerdocio en Navahermosa (Toledo), donde, de momento, le perdemos la pista.
Que don Luis Zeldrán era cervantista, lo demuestra el hecho de leer la biografía de Miguel de Cervantes, de Mayans, lo que le movió a investigar en los archivos parroquiales que custodiaba en la iglesia de Santa Maria del Lugar de Esquivias.
Hay en esta historia, real, un paralelismo entre don Luis Zeldrán y don Emilio Maganto Pavón, al hallar, el primero, el acta de los desposorios de Miguel de Cervantes y Catalina de Salazar, y, el segundo, de hallar el acta de Velaciones en la iglesia de San Martín de Madrid, de dónde el autor del Quijote era parroquiano. Unos hechos, distantes entre sí de 235 años, pero unidos por un afán esclarecedor de hechos cervantinos, como lo son las dos personas que hemos mencionado.
También hay un paralelismo, que al final termina siendo convergente, entre don Luis Zeldrán, cura propio del otrora Lugar de Esquivias, y don Vicente Ruiz Rubio, sacerdote de la parroquia de la hoy conocida como Villa de Esquivias, pues a ambos le movió y le mueve, según el caso en el espacio-tiempo, a investigar lo que humanamente se puede, para esclarecer en lo posible la presencia de Miguel de Cervantes Saavedra en el Lugar de Esquivias, al lado de su esposa, Catalina de Salazar y Palacios.
Me parece oportuno hacer la transcripción parcial del siguiente documento, del archivo del Arzobispado de Toledo, sobre el Lugar de Esquivias, sus iglesias, clérigos, etc.
Fecha 05 de Noviembre de 1768.
Lugar de Esquivias