EL VIZCAINO. PERSONAJE DE LOS CAPITULOS VIII Y IX DE LA 1ª PARTE DEL QUIJOTE, NATURAL Y VECINO DEL LUGAR DE ESQUIVIAS..

El personaje del Vizcaíno aparece en los Capítulos VIII y IX de la Primera Parte del Quijote. El tal Vizcaíno era escudero de unas damas, que se enfrentó a Don Quijote por querer éste que volvieran a El Toboso para que relataran a Dulcinea el hecho acaecido a favor de las dichas damas, de manos de Don Quijote.


1ª parte. Capítulo VIII. `”[…] Todo esto que don Quijote decía escuchaba un escudero de los que el coche acompañaban, que era vizcaíno; el cual, viendo que no quería dejar pasar el coche adelante, sino que decía que luego había de dar la vuelta al Toboso, se fue para don Quijote y, asiéndole de la lanza, le dijo, en mala lengua castellana y peor vizcaína, desta manera: […]

En los archivos Parroquiales de Esquivias, se custodian sendas actas de bautismo, confirmación, desposorios y defunciones que hacen referencia a la Vizcaína y al Vizcaíno, nombrado también Vasco Ramírez, como veremos.

Desde que en 09-VI-1755, don Luis Zeldrán, cura propio del Lugar de Esquivias, halló el acta de boda de Miguel de Cervantes Saavedra con la hidalga esquiviana, Catalina de Salazar y Palacios, Esquivias es conocido en el mundo entero, como sabemos, por haberse desposado Cervantes con una hidalga esquiviana y haber vivido en este Lugar unos años de su vida, pero también porque Miguel de Cervantes incluyó en El Quijote a algunos personajes que nacieron o vivieron en El Lugar de Esquivias en los siglos XVI y XVII, algunos de ellos contemporáneos del alcalaíno.


Este artículo lo enmarcamos dentro de lo que llamamos «Personajes Literarios del Quijote», es decir, de individuos que, figurando en el Quijote, fueron personas reales, naturales y vecinos del Lugar de Esquivias en la época de Cervantes, y, al referirnos al personaje de El Vizcaíno, tenemos necesariamente que citar lo que Cervantes escribió de él en El Quijote de la Mancha.


Hay que señalar que Miguel de Cervantes imaginó para El Quijote una serie de aventuras y desventuras del Hidalgo manchego a los que se enfrentó a personajes imaginarios, pero a los que puso nombres de los vecinos del Lugar de Esquivias. De esta forma, Cervantes introduce a Esquivias en la historia a través del Quijote, aunque nunca se mencione el nombre de este Lugar. Un ejemplo evidente es el de El Vizcaíno.


Como dijimos antes, en los capítulos VIII y IX de la primera parte del Quijote, vemos al Hidalgo manchego, maltrecho después de la famosa batalla de los molinos, que don Quijote creyó que eran gigantes. Se hallan Don Quijote y Sancho Panza a continuación en el camino, y ven que a lo lejos vienen dos monjes de San Benito que acompañan en el viaje a una señora vizcaína que va a Sevilla a reunirse con su esposo.


Don Quijote intuye que aquí ha de correr una grande aventura y arremete contra los frailes y contra el escudero de la Vizcaína, llamado El Vizcaíno. Éste, que se vio derribado y ofendido por no ser reconocido por Don Quijote como caballero, le increpa y Don Quijote vuelve a arremeter contra él. Así pues, tenemos a este personaje, El Vizcaíno, como uno de los actores principales de la novela Don Quijote de la Mancha y a continuación veremos de donde proviene este personaje del Lugar de Esquivias.


En el año de 1989, hallé en los Archivos Parroquiales de Esquivias, en el Folio 21 del Libro 1 de Defunciones y Matrimonios de la Parroquia de Esquivias (1578-1607) el acta de defunción que aparece con el siguiente texto: “a veinteycinco del dicho mes (marzo, 1588), murio un niño de El Vizcayno y enterrose en El cuerpo de la yglesia.”



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(Libro 1 de Defunciones y Matrimonios de la Parroquia de Esquivias, f. DM1021r-5ª)



El niño era hijo de Diego Ramírez, El Vizcaíno, y de Catalina Martín, es decir, se trataba de una partida de defunción, hasta entonces inédita, donde se menciona directamente al Vizcaíno -sorprendente es que éste acta no lo viera don Luis Astrana Marín- figurando ser hijo del Vizcaíno, cuando realmente era hijo de Diego Ramírez, procedente de Yeles, y de Catalina Martín, pechera del Lugar de Esquivias. Pero veremos porque se le pone el gentilicio del Vizcaíno.


Localizó, don Luis Astrana Marín, a un mesonero llamado Diego Ramírez, sin ninguna otra conexión posible. Lo descubierto por mi, es que el tal Diego Ramírez además de ser mesonero, también fue posadero, hallándose las dos actividades en el mismo edificio. Así mismo, Diego Ramírez, el Viejo, se desposó en segundas nupcias, con Catalina Martín.

Es necesario aclarar porqué hablamos de Diego Ramírez cuando estábamos refiriéndonos al Vizcaíno. La razón es porque también descubrí que al llamado Diego Ramírez así mismo se le conocía, porque así se anotaba en las actas, unas veces como Vasco Ramírez y otras como El Vizcaíno. Sirva de ejemplo la anotación que hace don Alonso Salazar y Guzmán, en sus últimas voluntades.


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(Libro 1 de Defunciones y Matrimonios de la parroquia de Esquivias. f. DM1047v-1ª9

Dice la manda: «por doña Juana muger de Vasco Ramirez ocho misas».


Don Alonso de Salazar fallece el 13 de enero de 1596, sin sucesión, casado con doña Francisca de Barras (Barrasa/Barroso), era hijo de Francisco de Guzmán y de Isabel de Cárdenas y Salazar, siendo primo en quinto grado de consanguinidad con Catalina de Salazar y Palacios, esposa de Miguel de Cervantes Saavedra. Es decir, que doña Juana de Isaba, mujer de Vasco Ramírez, llamada La Vizcaína, era una persona muy allegada a la familia de Catalina de Salazar y Palacios.


Nos remontaremos a los orígenes de doña Juana de Isaba, brevemente, descubriendo cual fue su paso por el Lugar de Esquivias.


Juana de Isaba, apellido tomado de la población del mismo nombre del reino de Navarra (hoy Comunidad Foral de Navarra), se hallaba desposada con Pedro de Zárate (ambos apellidos netamente vascos y/o navarros). Este matrimonio tenía dos hijas: María y Catalina, que nacieron antes del año de 1557. Ambas niñas fueron confirmadas el 05-XII-1566, halladas por mí, en el documento del Libro 1 de Bautismos, B1029r-1ª, donde se anota: María, «hija de la Vizcaína», y Catalina Zárate «Vizcaína».


En necesario hacer dos importantes apreciaciones: primera, que el apodo de la Vizcaína va totalmente unido a Doña Juana de Isaba. Y segunda, que es posiblemente la única vez que figura algún confirmado añadiendo ser hijo de una mujer. Insólito totalmente, pues siempre escribían que el confirmado era hijo del supuesto padre y, en todo caso, si éste había fallecido antes, se ponía el de la madre pero añadiendo que fue «mujer de…». Lo cual da a entender dos cosas, una, que Pedro de Zárate habría fallecido antes de estas fechas, y no sería en el Lugar de Esquivias, pues no he hallado el acta de defunción, y dos, que se aprecia la fuerte personalidad de doña Juana de Isaba, La Vizcaína. De tal forma vemos esta influencia, en el hecho de que en 1558 se desposan Diego Ramírez, el mesonero y posadero, con doña Juana de Isaba, y a partir de este momento, a Diego Ramírez se le conoce con el sobrenombre de El Vizcaíno.


Tendremos en cuenta el origen de los Ramírez. Este apellido, procedente de Yeles, se asentó en el Lugar de Esquivias a través de Diego Ramírez; Andrés Ramírez, que se desposó en primeras nupcias con Lucía Fernández, y, en segundas, con Fabiana Gallega, pecheras del Lugar de Esquivias;  y de otro hermano, Francisco Ramírez, que también se desposó con la pechera esquiviana Mari López. El apellido Ramírez vuelve a aparecer en Esquivias, y de nuevo procedente de Yeles, a finales del siglo XIX, concretamente en el año de 1894, al desposarse doña Alberta Ramírez Hernández, natural y vecina de Yeles, con Rufino Salas Olivares, natural y vecino de Esquivias, siendo sus descendientes: Bernarda, Casimira y Ana, quedando con ellas interrumpido el apellido Ramírez, de esta genealogía.


Del matrimonio formado por Diego Ramírez y Juana de Isaba, nacen y son bautizados cuatro hijos: Leonor (1559), Catalina (1561), Francisca (1-XI-1562) y Diego (15-V-1564) (De este Diego hablaremos después). Y hallamos también las confirmaciones referidas a: «Diego Ramírez; Leonor hija de Vasco Ramírez, y Catalina, hija de Vasco Ramírez».

Pero la vida sigue y hay que dar solución a los hijos que cría Diego Ramírez, el Viejo, mesonero y posadero apodado El Vizcaíno; un total de seis hijos, dos que aportó doña Juana de Isaba de su anterior matrimonio con Pedro de Zárate, y cuatro habidos de su matrimonio con Diego Ramírez. Pero sucede que doña Juana de Isaba fallece, por lo que Diego Ramírez, siete meses después (mayo de 1565) se desposa con Catalina Martín, de estado soltera, de cuyo matrimonio nacen tres hijos: Catalina (1566); Gabriel (1567; y Pedro (1577). Este último, fallece el 25-III-1588, a la edad de once años, siendo esta defunción el detonante de esta historia, como vimos al principio. Y en este acta se sigue nombrando a Diego Ramírez como El Vizcaíno, aunque él no lo era, pero estuvo desposado con la Vizcaína y ese hecho condicionaba. Como se puede apreciar desde el momento en que Diego Ramírez se desposó con Juana de Isaba, la Vizcaína, a éste se le conoce, y así figura en documentos, como el Vizcaíno o como Vasco Ramírez, indistintamente. Se ve que la fuerte personalidad de doña Juana de Isaba caló fuertemente en la sociedad esquiviana, tan proclive a poner apodos.


Queda cronológicamente claro, que este Diego Ramírez no pudo ser a quien Miguel de Cervantes pudiera hacerlo figurar como El Vizcaíno del Quijote, pues no lo llegó a conocer, ya que Diego Ramírez, el Viejo, como así se le conocía también, falleció el 10 de noviembre de 1582, dos años antes de la llegada de Cervantes al Lugar de Esquivias. Pero a quien si conoció fue a Diego Ramírez de Isaba, hijo de Diego Ramírez y de Juana de Isaba, que contaba la edad de veinte años cuando, en 1584, Miguel de Cervantes se hospedaría y frecuentaría el mesón que regentaba el joven «Vizcaíno», en ausencia de sus padres.


Como no podía ser de otra forma, a este Diego Ramírez de Isaba, también se le nombraba como El Vizcaíno, y no solo eso, sino que, también, a los hijos de éste y siguientes sucesores, el apellido que se les imponía era el de Ramírez de Isaba, es decir, se refundieron los dos apellidos patriarcales en uno solo, permaneciendo así como único apellido por generaciones. También es posible que mantuvieran los dos apellidos como si de uno solo se tratara, porque «sonaban bien», como lo hicieron los: García de Salazar, Ordoñez de Enzinas, Tello de Guzmán, etc. pero a costa de no ponerse un apellido tan especial para la sociedad esquiviana como era Salazar, Mexía o incluso Briviesca, que por heredad les correspondían.


Diego Ramírez de Isaba debía representar un buen partido para las doncellas del Lugar de Esquivias. Según consta en los archivos de la Real Cancillería de Valladolid, los Ramírez hicieron probanza de su hidalguía, además de poseer buena suerte de propiedades, tantas o más que algunos hidalgos del Lugar de Esquivias.


Era de obligado cumplimiento que los hidalgos se desposaran entre sí, sin tener relación de parentesco con los pecheros del Lugar, por lo que Diego Ramírez de Isaba debería emparentarse en el futuro con una doncella descendiente de hidalgos del Lugar.


Los Reyes Católicos decretaron que se pudieran constituir los Mayorazgos, porque de esa forma garantizaban la permanencia patrimonial de los linajes entre los hidalgos. A tenor de esto, es de destacar el hecho de que Catalina de Salazar y Palacios tenía una prima, María de Salazar y Palacios, hija de Juan de Salazar y de María de Palacios y Salazar, tía materna de Catalina, que casó con Gaspar Tello de Guzmán, hidalgo, vecino de Torrejón de Velasco, ya que, como hemos dicho antes, los hidalgos se desposaban entre sí, aunque fueran hasta de segundo grado de consanguinidad, probablemente para dar seguridad jurídica por herencia, hijos aportados, etc. pero he aquí que María de Salazar Palacios y Gaspar Tello de Guzmán tienen varios hijos, entre ellos una niña llamada María, que aparece en diversos documentos cuando todavía era una doncella, apadrinando, junto a su padre, en bautizos, etc. pero he aquí que María Tello de Salazar se desposa con un pechero, Juan Navarro, procedente de Cedillo, el cual no poseía hacienda reconocida, era un simple jornalero, pero que seguramente se habían casado por amor. A partir de esta fecha, a María Tello de Salazar, la defenestró su familia (salvo Catalina de Salazar y Palacios, que se mantuvo siempre en su favor), hallando, prácticamente, solo el apoyo y presencia de la familia de su esposo, Juan Navarro.


Pero se ve que Diego Ramírez de Isaba, El Vizcaíno, gozaba de otros beneficios, pues, el 10-IV-1593, a la edad de veintinueve años, se desposa nada menos que con Gerónima de Briviesca y Salazar, (baut. 02-X-1576, siendo sus compadres mayores de pila don Juan de Salazar y su esposa, doña María de Palacios y Salazar, tía materna de Catalina de Salazar y Palacios), contando, Gerónima de Briviesca, la edad de diecisiete años, hija de Juan de Briviesca y de Gerónima de Salazar, esta hermana de Isabel de Cárdenas, y, por tanto, prima en cuarto grado con Catalina de Salazar y Palacios. Familia de hidalgos por los cuatro costados.


De dicho matrimonio nacen y son bautizados cinco hijos: Juan (07-III-1595); Diego (29-III-1596), que se desposó en 1619, con Ana de Cervantes (baut. Borox 01-X-1603), hija de Juan de Cervantes (primo de Miguel de Cervantes Saavedra) y de María del Rincón, de cuyo matrimonio nació y fue bautizada María, en 14-XII-1620, en Borox; Feliciana (14-IX-1598); Gerónima (10-IX-1602); Juan (10-IV-1604); falleciendo, Gerónima de Briviesca y Salazar, en el parto de este niño, a la edad de veintiocho años.


Para dar solución a la supervivencia de los hijos, su educación, etc. Diego Ramírez de Isaba se desposa el 10-XI-1607 con Isabel Mexía, de edad de treinta y un años (Gerónima de Briviesca e Isabel Mexía, eran vecinas y  amigas, al ser de la misma edad, por su condición de hidalgas, y por vivir ambas en viviendas de la Plaza, a pocos metros la una de la otra), hija de don Rodrigo Mexía y de doña Petronila de la Cuadra, procreando en dicho matrimonio a cinco hijos: Petronila (25-III-1609); Leonor (21-IV-1611); Pedro (08-V-1613) Diego Filipe (12-V-1615) -ordenado sacerdote, siendo cura teniente de la parroquial de Pantoja-, y Pedro (23-VII-1619).


En primeros del año de 1598, Gerónima de Briviesca y Salazar quedó embarazada de Feliciana, renunciando, Diego Ramírez de Isaba, a la regencia del mesón, quedando sólo con la posada, que le ocupaba menos tiempo, y se podía dedicar más al cuidado de los hijos, ya que, además, su situación económica se lo permitía. A partir del 09-I-1598, el mesón lo rigió Simón Hernández, comerciante en vinos, casado con Francisca María Romana. Desde tiempo atrás, Miguel de Cervantes mantuvo una relación especial con Simón Hernández y su mujer, ya fuera por que éste fuera comerciante en vinos, motivo no desdeñable para Cervantes, o porque Francisca María Romana era prima de doña Juana Gaytán, lo cierto es que, el 25 de octubre de 1586, Miguel de Cervantes y Catalina de Salazar y Palacios, apadrinaron en su bautismo a Juan, hijo de Simón Hernández y de Francisca María Romana. La amistad habida entre estas familias perduró en el tiempo, y, en 09 de abril de 1588 (hallándose Miguel de Cervantes en Sevilla), Catalina de Salazar y Palacios, que se hizo constar en el acta como «Catalina muger de Miguel de Cervantes», junto con «don Diego, hijo de Diego García de Salazar», primo de Catalina, apadrinaron en su bautismo a Susana, hija de Simón Hernández y de María Romana.


Miguel de Cervantes tenía motivos mas que suficientes para seguir frecuentando el mesón que antes fue del Vizcaíno y a partir de enero de 1598, de Simón Hernández, donde tendría más ocasiones, si cabe, de mantener conversaciones con Diego Ramírez de Isaba. Al fín, el Vizcaíno, a partir de su matrimonio con Gerónima de Briviesca y Salazar, prima de Catalina, entró a formar parte de la propia familia de Cervantes y Catalina. Pero, como consecuencia del pronto fallecimiento de la hija de Juan de Briviesca, Diego Ramírez de Isaba se desposó con Isabel Mexía, hija de don Rodrigo Mexía, hijo, éste, de don Pedro Mexía, casado, éste, con doña Ana de Pisa, siendo así mismo, descendiente del Bachiller Juan Quixada y de María de Salazar; por tanto, don Rodrigo Mexía también lo era de la estirpe de los Quixada de Salazar.


Don Rodrigo Mexía estaba casado con doña Petronila (Catalina) de la Cuadra. Hijos de este matrimonio fueron: Alonso (14-XII-1570); Ana (17-VII-1574); Isabel (27-XI-1576); Hernando (21-I-1579); Melchora (18-I-1581); Rodrigo (12-II-1583); y María Ana (29-III-1586). En el año de 1584, fue alcalde del Lugar de Esquivias por el estado de los hijos dalgo, siendo alcanzado por la cuenta de la venta de la leña del Monte, tanto de «menores» (ramas) como «mayores» (troncos), pero que Andrés Martín Toledano, alcalde de pecheros en dicho año, le eximió de la culpa al reconocer que fue él el que debió haber sido alcanzado, como así fue.


Aún así, había mas motivos que afianzaban la amistad de Miguel de Cervantes con don Rodrigo Mexía, al representar, éste, para la familia de Catalina de Salazar y Palacios, y para ella misma, y, por tanto para Miguel de Cervantes, un apoyo moral incalculable. Fue Albacea de las siguientes personas próximas a Catalina: de don Hernando de Salazar y Vozmediano, padre de Catalina; de Isabel de Cárdenas, prima de Catalina; de don Juan de Palacios, tío de Catalina por línea materna; de Juan de Briviesca, casado con Gerónima de Salazar, prima de Catalina; de María de Cárdenas, tía por línea paterna de Catalina; como fiador de Andrés Alonso, clérigo presbítero, quién actuó como curador de Francisco de Salazar y Palacios, para que éste pudiera heredar la Capellanía que fundó don Francisco de Palacios, su abuelo, para Fernando de Palacios y sus herederos. Y por supuesto, hallándose, don Rodrigo Mexía, en los desposorios de Miguel de Cervantes Saavedra y Catalina de Salazar y Palacios, en calidad de testigo.


Sin lugar a dudas, El Vizcaíno no sale del círculo de la familia de Catalina, y de Miguel de Cervantes, por supuesto. Es evidente que a Cervantes todas estos hechos no le pasaban desapercibidos. En El Quijote, al representar al Vizcaíno como un escudero de una señora Vizcaína, aguerrido, mal hablado (sería porque hablaba en parte en vascuence), fortachón, etc. aptitudes que seguramente acompañaban a Diego Ramírez de Isaba.


Además, desde que Miguel de Cervantes llegó a Esquivias, en Septiembre de 1584, hasta que se desposó con Catalina de Salazar y Palacios, en doce de diciembre del mismo año, las veces que se hallara en el Lugar de Esquivias se hospedaba en la posada del Vizcaíno. Y no digamos los largos días en los que durante los más de dos años que estuvo Cervantes prácticamente sin moverse del Lugar, salvo unos cortos viajes a Madrid y Toledo, debió frecuentar el mesón de Diego Ramírez de Isaba, El Vizcaíno, y le contarían tantas historias que hubieran ocurrido en el Lugar, ya fuera de los Quixada, Salazar, etc. Y Cervantes referiría las suyas, que no eran pocas: su huida a Roma, la Batalla de Lepanto, «la más alta ocasión que vieron los siglos pasados, y conocerán los venideros«, su cautividad durante cinco años en Argel, etc.


Miguel de Cervantes iba tomando nota, o lo retenía en su cabeza, sobre los personajes que moraban en el Lugar de Esquivias hasta aquella época: El cura Pero Pérez; don Alonso Quixada de Salazar; el morisco Ricote; Sansón Carrasco; además de los hallados por mí: Sancho; Pedro Alonso; Juana Gutiérrez, Pedro Cascajo; El Vizcaíno; Los manteadores de Sancho: Juan Palomeque, Pedro Martínez y Tenorio Hernández, etc


Genealogía del Vizcaíno del Lugar de Esquivias


Pedro de Zárate.

Juana de Isaba. 

1.- María.  Confirmada en 05-XII-1566.

2.- Catalina. Confirmada en 05-XII-1566.

Diego Ramírez. (+10-X-1582). En 1558, en primeras nupcias, se desposa con:

Juana de Isaba, estaÂenÂsegundas nupcias.

1.- Leonor  (1559). Confirmada el 05-XII-1566.

2.- Catalina (1561) Confirmada el 05-XII-1566.

3.- Francisca (01-XI-1562).

4.- Diego (15-V-1564).  quién el 10-IV-1593, a la edad de 29 años, se desposa con:

  Gerónima de Briviesca, de edad de 17 años  (02-X-1576), que fallece el 10-IV-1604, de parto, a los 28 años de edad. 

1.- Juan  (07-III-1595), que fallece en la infancia.

2.-  Diego (29-III-1596). que se desposa en 1619, en Borox, con:

  Ana de Cervantes, hija de Juan Cervantes y de María del Rincón (baut. 01-X-1603, en Borox).

1.- María (14-XII-1620).

3.- Feliciana (14-IX-1598) A partir de 09-I-1598, el mesón lo regenta Simón Hernández y su 2ª mujer, Inés.

4.- Gerónima  (10-IX-1602.

5.- Juan (10-IV-1604). Gerónima de Briviesca fallece de este parto a la edad de 28 años.


4.-Diego (15-V-1564) Se desposa el 10-XI-1607, a la edad de 43 años, en segundas nupcias, con:

  Isabel Mexía (27-XI-1576) de edad de 31 años, hija de don Rodrigo Mexía.

1.- Petronila (25-III-1609).

2.- Leonor  (21-IV-1611).

3.- Pedro  (08-V-1613.

4.- Diego Philipe (12-V-1615) clérigo de Pantoja, que firmaba como Diego Philipe Ramírez y Isaba.

5.- Pedro  (23-VII-1619).


Diego Ramírez. (+10-X-1582) Se desposa en mayo de 1565, en segundas nupcias con:

Catalina Martín, de estado soltera.

1.- Catalina (03-III-1566).

2.- Gabriel (15-VI-1567).

3.- Pedro (+25-III-1588). (Ver acta de defunción de un hijo del Vizcaíno (DM1021r-5ª)

B I B L I O G R A F Í A

Cervantes Saavedra, Miguel de. «El Ingenioso Hidalgo don Quixote de la Mancha». Ed. Instituto Cervantes. Madrid 1998.


Astrana Marín, Luis. «Vida ejemplar y heroica de Miguel de Cervantes Saavedra. Ed. Reus. Madrid-1948.

Diego Romero, Sabino de.  Archivos Parroquiales: libros de Bautismos, Desposorios y Defunciones. del Lugar de Esquivias.

Diego Romero, Sabino de. Archivos Parroquiales: libros de Bautismos, Desposorios y Defunciones de la Villa de Borox.

Diego Romero, Sabino de. Archivos Parroquiales: libros de Bautismos, Desposorios y Defunciones de la Aldea de Yeles.


Sabino de Diego.


La batalla entre Don Quijote y el Vizcaíno (1ª parte. Capítulo IX)


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